La reciente modificación en la fecha de inicio de la presidencia de Claudia Sheinbaum, junto con su gabinete, ha generado incertidumbre sobre si el primero de octubre será considerado un día festivo, a pesar de que esta fecha no está explícitamente establecida en la Ley Federal del Trabajo. También queda por aclarar si las empresas otorgarán el lunes anterior como día libre.
Históricamente, el cambio presidencial se efectuaba el primero de diciembre, una fecha reconocida por la Ley Federal del Trabajo como un día de descanso obligatorio. Esto permitía a los ciudadanos seguir el final del mandato del presidente saliente y conocer las directrices del nuevo gobierno. Sin embargo, una reforma constitucional aprobada el 10 de febrero de 2014, durante el mandato de Enrique Peña Nieto, cambió la fecha de transición al primero de octubre. Esta reforma será efectiva este año, convirtiendo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en el más corto de la historia reciente de México.
Este ajuste se realizó para que el nuevo presidente pueda empezar su administración tres meses antes del fin del año, lo que facilita la planificación presupuestaria. Aunque la reforma tiene un objetivo práctico, aún no está claro cómo impactará a los empleados del sector privado. Mientras que para los servidores públicos el primero de octubre ya se considera un día de descanso obligatorio, el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, que regula los días festivos para los trabajadores del sector privado, aún no se ha actualizado.
Si la ley no se actualiza antes de octubre, el artículo 74 establece que los días de descanso obligatorio son aquellos que determinan las leyes federales y locales electorales. Por lo tanto, a partir de 2024, los empleadores deberán pagar a sus empleados por el primero de octubre, y cualquier trabajo realizado ese día debe ser compensado al triple del salario base diario.
Aunque el primero de octubre será un martes, no existe obligación de que los empleadores otorguen también el descanso el lunes 30 de septiembre, ya que la legislación actual no lo requiere.
Este cambio marca el inicio de un sexenio con importantes novedades, incluyendo nuevas fechas de inicio y la primera mujer en la presidencia de México. No obstante, es esencial continuar respetando las normas laborales vigentes, especialmente en relación con los días festivos.